Los flequillos son otra excelente elección a la hora de cambiar tu estilo.
Sin embargo, la clave estará en encontrar el largo y la forma que mejor se adapte a las características de tu rostro.
Por ejemplo, un flequillo completo es algo dramático, puede enmarcar todo tu rostro y llamar la atención sobre los ojos.
Pero a menos de que tu cara tenga una forma alargada u ovalada, es mejor optar por un flequillo más suave, como aquellos que se curvan alrededor y enmarcan los pómulos. Esto creará un efecto de contorno y realce natural que te hará lucir joven.
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